Este nuevo dispositivo se encuentra ahora mismo en tierra de nadie cómo quien dice. El principal problema con el que se enfrenta es su verdadero conocimiento por parte de la masa social. Entendiendo el e-book cómo la versión digital de un libro impreso, en un principio puede llegar a resultar alentador, pero el futuro no es tan prometedor cómo lo pintan especialmente las empresas directamente preocupadas en que ésta tecnología se mantenga en el mercado.
El e-book, tiene claramente definidas sus características, ventajas y comodidades en sí mismo cómo dispositivo, pero no en relación al libro impreso, es decir, el e-book tiene intrínsicamente una serie de propiedades ventajosas cómo cualquier otro dispositivo móvil (es barato producirlo, más económico, fácilmente actualizable, portátil etc ....) pero ése tipo de características propias cómo dispositivo no le proporcionan ninguna ventaja competitiva frente al papel. Es decir, son dos elementos diferentes con objetivos diferentes, cada uno con sus propias características que no influyen ventajosamente sobre el otro.
Así, si nos centramos en el e-book, nos encontramos con un dispositivo que permite insertar muchos elementos multimedia, cómo enlaces, actualizaciones, fácil navegación, gráficos, personalizar el texto mediante subrayados ó marcas, permite actualizar y corregir contenidos, su distribución en Internet es muy barata ya que no hay costes de transporte, y a nivel de autor es muy interesante ya que potencia a los escritores noveles gracias a que existen sitios web que publican sus obras de forma más rápida y barata que las grandes editoriales.
El número y tipología de los dispositivos e- book va en aumento, nos encontramos con Gemstar , Tablet Pc, My friend,
eBookman, y muchos otros. Sin embargo, la capacidad de elección entre tanta variedad no se convierte en el caso del libro digital en una virtud, ya que nos encontramos de nuevo con el problema de la estandarización, algo muy común en las nuevas tecnologías de todos los ámbitos, ya que normalmente cada uno de ellos dispone de su propio sistema de lectura lo que no facilita la compatibilidad, aunque otros usan el Microsoft Reader que tal vez sea el más extendido y el más prometedor de cara a un futuro para la convergencia.
Estos dispositivos actuales normalmente son un híbrido entre un e-book y un PDA en unos casos, y un ordenador portátil en otros. La mayoría dispone de conexión a Internet y algunos incluso tienen la virtud de garantizar que las obras insertadas en el dispositivo no puedan transmitirse, con el fin de proteger los Derechos de Autor. Cómo vemos, las ventajas a nivel técnico son indiscutibles ya que nos encontramos ante un soporte multifuncional con muchas prestaciones (puede funcionar cómo PDA, ordenador personal, con capacidad para conectarse a Internet y especificaciones concretas para la lectura digital).
El triunfo social y comercial del e-book no va a depender únicamente de su desarrollo tecnológico desde luego, aunque sí que será uno de sus puntos fuertes si consigue imponerse al papel, pero hoy por hoy, indagar sobre la desaparición del papel cómo soporte de lectura es algo utópico.
Aunque el crecimiento tecnológico de éste soporte es un hecho, si es verdad que se topa con una serie de problemas sociales e importantes a la hora de penetrar en el mercado de forma clara. Para empezar el encarecimiento del dispositivo es toda una realidad, pero cómo todo nuevo soporte, si se consigue una estandarización de los formatos para la lectura, y descienden los precios de los correspondientes dispositivos independientemente de la casa comercial, entonces su futuro podrá ser más prometedor comercialmente hablando.
El problema de su triunfo comercial no es tecnológico, sino más bien educativo, en el sentido en que no existe una conciencia y apoyo claro para desarrollar la importancia de la lectura desde los primeros años educativos, se potencia en un principio pero no se mantiene. Si no existe un hábito de lectura de la letra impresa en nuestra sociedad, ¿Cómo va a triunfar plenamente un dispositivo basado en eso por muy tecnológicamente desarrollado que éste sea?. Sin embargo hemos visto en ejemplos cómo Harry Potter o cualquier otro best seller, que el espíritu por la lectura todavía se mantiene y ante una buena obra se sigue vendiendo literatura impresa sin problemas.
Sin embargo, el desarrollo del libro digital no sólo depende de las casas fabricantes sino de los promotores, en éste caso, los editores hacen su juego, que consiste en fomentar el desarrollo del dispositivo en cuestión para obtener más beneficios económicos, aunque esto suponga defender a toda costa un dispositivo con un futuro por el momento incierto